Las
catacumbas son unas galerías subterráneas que algunas civilizaciones mediterráneas antiguas construyeron y utilizaron como lugar de enterramiento. Las más conocidas y las mejor estudiadas son las catacumbas de la ciudad de Roma.
Desde un punto de vista etimológico, el origen de la palabra
catacumba es incierto. Algunas fuentes creen que viene del
griego κατα (debajo), y
τυμβoσ (túmulo); o también de
κατα (debajo) y
κυμβη (excavación). Otras dicen que viene del
latín cumbo , de un verbo que combinado con las partículas
ad,
cum y
de, significa
yacer, o estar acostado, de ahí que
catacumba signifique "lugar donde se está acostado". Su traducción literal es "agujero", nombre de un distrito periférico de
Roma, en cuyas proximidades había un cementerio subterráneo, donde en el siglo III, se trasladaron provisionalmente los cuerpos de
San Pedro y
San Pablo. En
castellano es un término que empezó a utilizarse en el
siglo XVIII.